lunes, 17 de mayo de 2010

Película "ser y tener"


SER Y TENERSer y tener
Por toda Francia siguen existiendo ejemplos de lo que se conoce como "escuela unitarias": centros que reúnen a los niños de un pueblo o zona, desde preescolar hasta el final de la enseñanza primaria, en torno a un solo profesor. Entre el aislamiento y la apertura a un mundo enteramente nuevo, esos pequeños grupos de aluvión, comparten intensamente, para bien y para mal, la vida cotidiana.
La limpia mirada de los niños que intervienen en este documental es equivalente a la que ofrece su director, Nicolas Philibert, respecto a las escuelas rurales. Sin efectismos, la película se adentra en los pormenores del sistema educativo francés, y por extensión, de muchos países europeos, comprimiendo todo un curso escolar en poco más de hora y media. Su soporte son los tres elementos que confluyen en la educación infantil: padres, alumnos y maestros. A partir de ahí, se delega en el espectador su valoración respecto al papel que deben desempeñar las administraciones públicas en el entramado educativo, la cual, obviamente, queda en entredicho. El maestro, comprometido con sus alumnos, los educa y los conoce, y esta labor se complemente con la de los padres, quienes, a pesar de sus limitaciones, conmueven con su implicación en el proceso. Ambos ofrecen una lección magistral a la anquilosada e impersonal política educativa apoltronada en numerosos, y hasta a veces selectos, centros escolares de entornos urbanos. Ser y tener es un documental estimulante, de esos que no dejan indiferentes y que provocan la reflexión, a la vez que permiten reconocer el infravalorado pero determinante trabajo desarrollado por muchos maestros (aunque, para una gran mayoría, ese reconocimiento tan sólo se limite al tiempo que dura la proyección).
«En un mundo en el que la población del planeta se aglomera en un 60 % en grandes ciudades, a veces los urbanos olvidamos el mundo rural. Un espacio humano conquistado a la naturaleza, pero en el cual la convivencia obliga a una relación no exenta de dureza. Ser y tener puede calificarse de un proyecto documental sobre la escuela rural, la escuela unitaria en la cual alumnos de diferentes edades conviven con su profesor. El film no tiene protagonistas de película, aunque sus protagonistas reales consiguen dar alma a un film lleno de humanidad. Niños de entre 4 y 10 años arropados por un ejemplar profesor vocacional con 35 años de experiencia y a punto de jubilarse. Un hombre que, más allá de recitar dictados, enseñar a dibujar o a aprender a leer y a escribir, todo en una misma aula, acompaña en estos primeros años de aventura vital a unos niños a los cuales la vida ha situado en un medio duro. Un medio en el cual con diez años un niño se maneja con soltura sobre el tractor. (de Terra.es)
«Se trata de un documental sincero y emotivo, muy recomendable para aquellas personas que estudian magisterio, pero también para todos aquellos maestros que están en activo pero han olvidado cuáles son las claves de la enseñanza. Georges López, el protagonista de Être et avoir, es profesor de una docena de estudiantes de entre 4 y 11 años. Los separa por mesas en función de la edad y explica las diferentes lecciones por turnos. Además ofrece una atención personalizada para asegurarse de que cada uno de los niños y niñas ha entendido todo.
El documental se rodó entre diciembre del año 2000 y junio del 2001, y muestra la historia de la clase y de un profesor de 55 años a punto de retirarse. Hijo de un emigrante español en Francia, López asegura que no podría imaginarse a sí mismo haciendo otra cosa que no fuera enseñar. Por eso, a lo largo de todo el film se descubre a un hombre volcado en sus alumnos, que se esfuerza por corregir los problemas de disciplina, la vagancia y la falta de motivación.
Es una lección para todos los espectadores que permite reflexionar entorno al fenómeno de la educación. Es una mirada serena a una clase en Francia y al reto de aprender a ser y tener; un himno a la enseñanza». (Meritxell Díaz, 3 de Febrero de 2007)
La película nos recuerda aquellas épocas en las que la relación entre el maestro y los alumnos era mucho más que académica, siendo la Escuela un autentico espacio de crecimiento personal a todos los niveles. Hoy que tanto hablamos de atención a la diversidad, de éxito para todos, etc., podríamos acudir a ejemplos como el que nos muestra esta película para recuperar la auténtica esencia de la educación: el compromiso para ayudar a los alumnos a ser personas, a ampliarles las visiones del mundo mucho, a hacerles ciudadanos.
El film retrata todos los aspectos que suceden en un aula: contenidos académicos, resolución de conflictos, aprendizaje de valores, normas, educación emocional, juego y disfrute, esfuerzo, disciplina, convivencia, diversidad… No es un film de ficción, pues muestra la vida de personajes reales que viven al compás de una cámara que parece inexistente, pero casi fabula al captar la esencia de cada personaje. Desde la mocosa Alizé, al despierto Jojo, a los rivales Olivier y Julien, pasando por la inquieta Marie, de origen asiático, a la compleja Natalie, por sólo citar algunos de los pequeños protagonistas.

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